EL IMPRESIONANTE PODER DE LAS ALGAS

Las algas son alimentos llenos de propiedades que, además en la cocina, estimulan la imaginación con sus variados sabores y texturas

Las algas marinas, que hoy proliferan en los menús gastronómicos y enriquecen las recetas más innovadoras, ya tuvieron un primer ‘boom’ hace varios siglos. Cronológicamente, podríamos resumirlo así (Sánchez-Muñiz, 2012):

  1. Primero, cuando se descubrió que, tras incinerarlas, sus cenizas, ricas en sosa y potasa, podían ser usadas en las industrias del jabón y el vidrio.
  2. Segundo, en las campañas napoleónicas, cuando la pólvora era necesaria para la guerra, se fabricaba con el nitrato potásico así obtenido.
  3. Y, finalmente, en 1811, cuando el químico y farmacéutico Bernard Courtois, mientras limpiaba un hogar de incineración de algas con ácido sulfúrico, identificó un delicado humo violeta que cristalizaba en agujas, y que resultó ser el yodo, empleado desde entonces como antiséptico.

Las algas poseen tal concentración nutritiva que, en cantidades muy pequeñas, aportan grandes beneficios, como más adelante veremos en este artículo.

Veamos, a continuación, qué nutrientes tiene este alimento y cuáles son sus beneficios.

LOS NUTRIENTES DE LAS ALGAS

Si hablamos de MACRONUTRIENTES

Se puede considerar que, según su pigmentación, las algas se clasifican en pardas (Phaeophyta), rojas (Rhodophyta) y verdes (Chlorophyta).

Analicemos cuáles son estos macronutrientes: proteínas, hidratos de carbono y lípidos (Rupérez, Gómez-Ordónez y Jiménez-Escrig 2019).

  • La concentración de proteína de las algas pardas es baja (5-11%) en comparación con la concentración de las algas verdes (10-26%) o de las algas rojas (35-47%), similar a la soja, los cereales o el pescado (El-din y El-ahwany, 2015).
  • Su composición también es rica en carbohidratos complejos y polisacáridos, los cuales previenen patologías como la diabetes o la obesidad, que es la primera causa de muerte en el mundo, según la OMS, con una proporción de entre el 4 y el 76% (Barbosa, Coutinho, Costa Lima y Reis, 2019).
  • Y en lo que respecta a su contenido en grasas y ácidos grasos, esta proporción está sujeta a variaciones estacionales, aunque se ha demostrado que las algas pardas presentan un contenido de lípidos superior al de verdes y rojas, y una gran concentración de ácidos grasos poliinsaturados, esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo (El-din y El-ahwany, 2015).

Las algas también poseen MICRONUTRIENTES

En este caso son  unos compuestos eficaces contra el estrés oxidativo y el envejecimiento celular, tanto hidrosolubles, como las vitaminas B3, B6, B12 o C, como liposolubles, la E o un pigmento como el β-caroteno (provitamina A).

También, poseen nutracéuticos como la fucoxantina que, a través de la tiroides, actúa sobre el centro del apetito y activa la leptina, hormona que incentiva el gasto energético (Barbosa, Coutinho, Costa Lima y Reis, 2019; Atsushi, Kazi, Idam, Nobuyoshi, Junichi et al., 2018).

Veamos su composición en yodo, fósforo y calcio, hierro, otros minerales, vitaminas y mucílagos. Y tras ello, analizaremos sus beneficios.

Yodo
  • El yodo es uno de los minerales estrella de las algas. Se trata de un oligoelemento imprescindible para el metabolismo energético de las células.
  • La principal fuente de yodo en la dieta omnívora son alimentos de origen marino, como el pescado y el marisco. Las algas son la alternativa vegetariana y vegana.
  • Añadiendo solo pequeñas dosis de algas a la dieta habitual se tendrán cubiertas las necesidades diarias de yodo, lo que es importante para favorecer una síntesis adecuada de hormonas en la glándula tiroidea.
  • No obstante, en casos de hipertiroidismo es conveniente mantener un control estricto de la ingesta de este mineral.
Fósforo y Calcio
  • Las algas se consideran asimismo una buena fuente de fósforo y calcio.
  • El fósforo se halla en gran variedad de algas, por ejemplo, el Espagueti de mar.
  • Respecto al calcio, se han realizado diversos estudios que muestran que el aporte de calcio proveniente de algas como la Hiziki (1.400 mg/100 g) o el Arame (1.170 mg).
Hierro
  • Aunque el hierro de las algas no se asimile igual que el de origen animal, sigue siendo muy interesante por su cantidad y por la presencia de vitamina C, que desempeña un importante papel en su absorción.
Otros Minerales
  • La lista de minerales que aportan estas verduras del mar no termina aquí. En ellas se puede encontrar potasio (el espagueti de mar presenta una gran concentración), así como pequeñas dosis de selenio y cinc.
Vitaminas
  • Las algas son una fuente de vitaminas. Por ejemplo, el alga nori presenta un alto contenido en betacaroteno o provitamina A, conocida por su papel protector en la salud de la vista.
  • La familia de la vitamina B es también abundante en algas como la Hiziki o la Espirulina, mientras que las vitaminas E y C, potentes antioxidantes además de grandes aliadas para un buen tono y salud de la piel, están presentes en la Lechuga de mar o el alga Wakame.
Mucílagos
  • En las algas, las fibras forman mucílagos, que son polisacáridos que retienen varias veces su volumen en agua.

LOS BENEFICIOS QUE APORTAN LAS ALGAS

Vamos a destacar los siguientes, por considerar que son los que más pueden interesar a la población general, y que se deben esencialmente a su abundancia en minerales. Así, este alimento destaca por tener unos resultados beneficiosos en los siguientes ámbitos (Atsushi, Kazi, Idam, Nobuyoshi, Junichi et al., 2018):

  1. Huesos y dientes sanos

Unos niveles adecuados de calcio, de magnesio y de fósforo que aportan las algas ayudan a mantener dientes y huesos sanos. Por ello, contribuyen a prevenir la osteoporosis (Collins, Fitzgerald, Stanton y Ross, 2016). Además, el calcio presente en las algas viene acompañado de otros minerales como el magnesio, necesarios también para su correcta asimilación y la formación ósea.

  1. Frente a la anemia

El contenido hierro y en vitamina C convierte a las algas en grandes aliadas en los casos de anemia (el alga Dulse y la Espagueti de mar contienen alrededor de 60 mg de hierro por cada 100 g).

  1. Buenas digestiones

Los mucílagos de algas como el Cochayuyo y la Wakame ejercen un papel protector sobre las mucosas del estómago e intestino, haciendo que las digestiones sean más suaves y que se tenga una mayor sensación de saciedad, un aspecto especialmente interesante en dietas de adelgazamiento (Collins, Fitzgerald, Stanton y Ross, 2016).

  1. Salud cardiovascular

Para quienes se preocupan por su salud cardiovascular, en general se trata de un alimento con muy bajo contenido en grasas y algunas variedades, como la Cochayuyo o el Fucus, son conocidas por su capacidad para mantener a raya el colesterol LDL (el “malo”), lo cual las hace especialmente interesantes en casos de hipercolesterolemia (Mwangi y Ngila, 2015).

En resumen, parecía difícil imaginar tanto provecho en estas “molestas plantas” que invaden playas y se enmarañan obstinadas en redes y anclas.

Pero las investigaciones más recientes están incrementando hasta el infinito sus posibilidades y sus beneficios para los seres humanos, no sólo a nivel culinario, sino en muchos ámbitos de aplicación, dados los macro y micronutrientes que poseen, que las hacen aptas para un sinfín de usos.

Sus beneficios son del todo comprobados en muchas investigaciones científicas, hasta el punto de considerar las algas como el recurso del futuro (Barbosa, Coutinho, Costa Lima y Reis, 2019).

Referencias

Atsushi, F., Kazi, AS., Idam, H., Nobuyoshi, A., Junichi, T., Hidenori, T., Atsuya, Y., Kohji, M., Masamichi, N., Masayoshi, T., Poh, WP., Youichi, S., Naoki, Y. et al. (2018). Identification and Biochemical Characterization of Halisulfate 3and Suvanine as Novel Inhibitors of Hepatitis C Virus NS3Helicase from a Marine Sponge. Marine Drugs, 12(1), 462-476.

Barbosa, A.I., Coutinho, A.J., Costa Lima, S.A. y Reis, S. (2019). Marine Polysaccharides in Pharmaceutical Applications: Fucoidan and Chitosan as Key Players in the Drug Delivery Match Field. Marine Drugs, 17(12), pii:E654.

Collins, K., Fitzgerald, G., Stanton, C. y Ross, R. (2016). Looking Beyond the Terrestrial: The Potential of Seaweed Derived Bioactives to Treat Non-Communicable Diseases. Marine Drugs, 14(1), 60-68.

El-din, SM. y El-ahwany, AM. (2015). Bioactivity and phytochemical constituents of marine red seaweeds (Jania rubens , Corallina mediterranea and Pterocladia capillacea). Integrative Medicine Research, 10(1), 471-484.

Mwangi, I.W. y Ngila, J.C. (2015). Removal of heavy metals from contaminated water using ethylenediamine-modified green seaweed (Caulerpa serrulata). Physics and Chemistry of the Earth, 1(1), 50-65.

Rupérez, P., Gómez-Ordónez, E. y Jiménez-Escrig, A. (2019). Nutritional quality and biological properties of brown and red edible seaweeds. En V.H. Pomin (Ed.),Seaweed: Ecology, Nutrient Composition and Medicinal Uses, pp 51-66. Chapter 3. Series: Marine Biology. Earth Sciences in the 21st Century. Hauppauge (New York): Nova Science Pub. Inc.

Sánchez-Muñiz, F.J. (2012). Dietary fibre and cardovascular healt. Nutrición hospitalaria, 27(1), 31-45.

 

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